Las redes sociales en la actualidad han tomado un papel importante como medio de comunicación y difusor de distintos pensamientos, en ocasiones, malintencionados. Facebook cuenta con 1.650 millones de usuarios; WhatsApp, con 1.200 millones y YouTube con 1000 millones, siendo estas tres las más utilizadas a nivel global. Así mismo, son las preferidas por los usuarios en nuestro país.   Un estudio realizado en 2014 reveló que un 50.9% de los habitantes de Perú utiliza por lo menos una red social al día.  El Instituto Nacional de Estadística indica que el 84.4% de los cibernautas son jóvenes universitarios. Esta habitualidad con las redes sociales refuerza graves actitudes presentes en la realidad física, según el informe de Naciones Unidas (2016) un 73% de mujeres sufrió de alguna manera la violencia online. Comportamientos machistas se extienden en las plataformas web, donde un 54% de féminas manifiesta sentirse vigiladas por su última conexión y un 12% considera compartir sus contraseñas con sus parejas como requisito para continuar la relación. Por otra parte, los actos violentos se manifiestan fuertemente a través de la ciber apología, como ocurre con casos como el de Forocoche, un foro con más de 750.00 miembros el cual permite la creación de hilos de discusión. Este foro se volvió polémico por la gran cantidad de comentarios sexistas y hasta pro machistas. La ciber difamación es visible a diario con el uso de términos como “Feminazi”, el cual estereotipa y se mofa de la mujer feminista. Es común que ver casos de extorsión, en los que los agresores solicitan imágenes o favores con índole sexual y, en vista de que esto no ser aceptado por la víctima, es procedida la fase de la ciber amenaza, la cual puede llegar al punto de salir de la pantalla y llegar a la violencia física.